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Tradición ancestral en Celler del Roure

Para aquellos que aún no han tenido el placer de visitarla, Celler de Roure es una bodega ubicada en el término de Moixent, concretamente en el Valle de Les Alcusses, en la histórica comarca valenciana de La Costera. Sus instalaciones se asientan a los pies del Poblado Íbero de la Bastida de Les Alcusses (S. IV a.C.) una zona vitivinícola de carácter mediterráneo donde se tiene constancia de la elaboración del vino desde tiempos inmemoriales.  

Se trata de una de las firmas más notorias de la DOP Valencia, la cual se ha convertido en todo un reclamo para el enoturismo en la zona vitivinícola de Terres dels Alforins, considerada como uno de los paisajes de vinos más bellos de la Comunitat Valenciana.

El ingeniero agrónomo y enólogo Pablo Calatayud, junto a su padre Paco, son los artífices de este proyecto. Comenzaron su andadura en 1996 como una pequeña bodega familiar con la ilusión de elaborar vinos tintos de guarda y poco a poco fueron recogiendo sus primeros frutos que los catapultarían hacia el éxito.

Fotografía: Celler del Roure

Fiel al estilo familiar y centenario de las bodegas que coexisten en este encantador y bucólico valle, en Celler de Roure todo gira en torno a “Bodega Fonda”, un tesoro con trescientos años de historia que esconde en su interior nada más y nada menos, que una galería subterránea con docenas de tinajas de barro que permanecieron dormidas durante mucho tiempo. 

En 2009 destinaron 50 hectáreas de viñedo en la Serra Grossa de Moixent a la producción de dos vinos tintos, Les Alcusses y Maduresa. Además, ese mismo año, comienza su investigación sobre el posible uso para la crianza de vino en estas tinajas de barro.

Fotografía: Celler del Roure

Dos décadas de trayectoria han servido a sus vinos para convertirse en verdaderas obras de arte valoradas por los consumidores y profesionales más prestigiosos del vino, hasta conquistar el favor de Robert Parker con puntuaciones sobresalientes. El buen hacer de sus vinos no solo ha repercutido en sus ventas, también se ha convertido en toda una experiencia para el enoturista curioso por descubrir dónde nacen estos famosos vinos.  

En el interior de esta bodega se elaboran algunos de los vinos con más personalidad de la DOP Valencia, caldos que han recuperado la esencia ancestral gracias a sus métodos de elaboración a la antigua usanza y la recuperación de variedades autóctonas.

Fotografía: Celler del Roure

Los vinos de Celler del Roure se agrupan en tres categorías según su proceso de elaboración:

Los vinos clásicos: son elaborados según criterios vitivinícolas del siglo XX. En este caso la crianza se realiza en barricas de roble y con uvas bien maduras de variedades autóctonas y foráneas, aunque su idea es ir apartándose de las variedades francesas.

Aquí, se encuentran dos de los estandartes de la casa, como son Maduresa o Les Alcusses. Las barricas de roble francés y americano permiten obtener grandes vinos de guarda.

Vinos clásicos: lesalcusses.es

Los vinos antiguos: se elaboran a la antigua usanza, como lo hacían sus antepasados. En esta comarca el vino y el barro llevan unidos más de 2.000 años. Estos caldos proceden de variedades autóctonas como la monstarell o la arcos, y otras más sorprendentes que han sido recientemente recuperadas. Éste es el ejemplo de la mandó, una variedad de uva tinta de cultivo localizado fundamentalmente en esta región.

La crianza se realiza en las tinajas de barro enterradas en los viejos lagares. Pablo y su padre eligieron aquellas que mejor conservadas estaban, evitando las fugas, limpiándolas a fondo y cerrándolas herméticamente. Las tinajas de barro no aportan sabores y aromas, ayudando a encontrar la esencia más natural de sus vinos.

Fotografía: Eva Máñez – reportaje Celler del roure

Los resultados fueron tan exitosos que decidieron apostar por seguir esta línea. Una iniciativa capaz de valorizar el patrimonio de la bodega y ofrecer un relato más que atractivo a sus consumidores a través sus vinos, entre ellos Cullerot, Parotet, Vermell y Safrá.

Vinos antiguos: lesalcusses.es

Les Filles d’Amalia: se trata de las dos creaciones más actuales de la bodega, dedicada a la madre de Pablo y a sus hermanas. Vinos rosados, finos y delicados como las flores perfumadas de su jardín. Uno tranquilo (las ciruelas) y otro espumoso (las danzas) ambos en honor a ella.

Elaborados con una variedad que permaneció injustamente olvidada “blanc de mandó”, recordada especialmente por la gente mayor de Moixent y de Fontanars dels Alforins. Aquella de la que un día Pablo se enamoró y pudo recuperar gracias uno de sus vecinos, Pedro Camarasa, que tenía un pequeño bancal destinado a su propia elaboración.

Les Filles d’Amalia: lesalcusses.es

Pero la buena noticia va mucho más allá de la creación de estos vinos. Celler del Roure organiza visitas enoturísticas a sus instalaciones, abren sus puertas a los visitantes los sábados, domingos y festivos, con cita previa.

Acompañado de un guía especializado los visitantes tienen la oportunidad de descubrir algunos de los secretos mejor guardados en la elaboración del vino, todo esto mientras pasean por una bodega considerada como auténtico patrimonio cultural y enológico en la provincia de València.

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